Las intervenciones han permitido retirar los escombros, redefinir el paso del sendero y ampliar las estructuras de protección para garantizar la seguridad de los senderistas.
La Ruta de los Molinos, en su tramo por Árchez, perteneciente a la etapa 7 de la Gran Senda de Málaga, ha vuelto a ser completamente transitable tras las obras de mejora financiadas por la Diputación Provincial de Málaga. Estas intervenciones fueron necesarias debido a los daños sufridos por el sendero a causa de las intensas lluvias registradas la pasada primavera.
El vicepresidente de Infraestructuras y Territorio Sostenible, Cristóbal Ortega, acompañado por la alcaldesa de Árchez, María del Carmen Moreno, y el teniente de alcalde, Rubén Ariza, visitaron el área afectada para evaluar el resultado de los trabajos. Ortega subrayó la importancia de estas mejoras, que contaron con una inversión de 42.786 euros, destacando que “el principal objetivo es garantizar la seguridad de los senderistas que transitan esta popular ruta”.
Las obras se han centrado en la reparación y ampliación de las infraestructuras existentes para evitar futuros deslizamientos de tierra y asegurar un paso seguro a lo largo del sendero. En varios puntos, los episodios de lluvias intensas habían causado deslizamientos y erosiones en las zonas adyacentes a las obras previas, lo que exigió una ampliación de las medidas correctoras en la ladera.
Entre las actuaciones más urgentes se incluyeron la retirada de escombros, la redefinición de la sección del paso peatonal y la ampliación de la estructura de retención de los taludes, aumentando la superficie protegida.
En el primer tramo de la intervención, ubicado al norte de la pasarela, se despejó y limpió el sendero, se construyó una nueva pantalla de protección para contener el talud y se amplió la pasarela metálica en 11 metros de longitud, mejorando así la seguridad de los peatones.
En el segundo tramo, situado en el terraplén sur, se llevaron a cabo labores similares de limpieza y despeje del talud, junto con la construcción de una pantalla protectora de 23 metros de longitud y 2 metros de altura, reforzando la estabilidad de la zona y previniendo futuros deslizamientos.