(Jmm Caminero) Se está planteando, digamos en el debate occidental, si los votantes con gato pero sin hijos, a igualdad de las mismas condiciones, votan lo mismo e igual que los votantes con hijos.
No crean que es una cuestión pequeña y baladí, si una persona equis, o una pareja equis, a igualdad de las mismas condiciones o similares, que otras, si las primeras no tienen hijos, pero si mascotas, y, las segundas tienen hijos y, quizás también mascotas, si votan, si la demografía, la estadística, a igualdad o semejantes de condiciones y variables del resto, votan lo mismo…
No es cosa pequeña, porque una pareja que tenga hijos, aunque solo sea uno, no es que quizás, pueda viajar menos, siempre hablamos de las igualdades de otras circunstancias, por tanto, se podrían producir, distintos sectores o nichos de intención de voto, en este tema, porque claro está, “no es lo mismo parejas con gato o sin gato con hijos, en los estratos altos o medios o bajos de la sociedad, a nivel económico, etc.”.
Porque las parejas-familias-matrimonios sin hijos pero con gato, o sin hijos pero sin gato, tienen que pensar en ellas mismas, a nivel consciente e inconsciente. Pero las parejas-familias-matrimonios con hijos, uno o varios, con gatos o sin ellos, tienen que pensar que su voto, también puede afectar a sus hijos, o incluso a sus nietos. Por lo cual, uno se pregunta. Pueden pensar lo mismo, ambos tipos de parejas-familia, pueden percibir lo mismo, pueden sentir lo mismo, pueden votar lo mismo. ¿Un acontecimiento equis, sea político o económico o social o cultural o natural les afecta lo mismo? Simplemente la adquisición de un vehículo, lo compran o miran lo mismo, una pareja sin hijos pero con gato o sin gato, que una pareja con hijo con gato o sin gato…
Toda esta temática e interpretación me la he encontrado en un artículo publicado en la Agencia de Noticias UPI, al final un tema que se habla en la calle, supongo en todo el planeta, especialmente en Occidente, que existen más parejas sin hijos, un artículo que en la traducción automática, se titula: Los votantes sin hijos no son todos iguales y tienen diferentes prioridades políticas, por los profesores de psicología de la Universidad Estatal de Michigan, Jennifer Watling Neal y Zachary P. Neal, publicado el 30 septiembre del 2024.
Cito y recito, por diversas razones, porque creo que hay que dar al César lo que es de César, al menos la razón del título o del artículo, segundo, por quizás, la formación académica, siempre acostumbrado a citar, y el deber de citar, tercero, porque saben que estoy haciendo un recorrido histórico por el articulismo de la Piel de Toro, y, de vez en cuando me voy a otras antípodas. Creo que por respeto, también, que se perciba, que estos temas, no son intemporales y no periodísticos como algunos piensan, sino que están en la sensibilidad de la realidad de hoy, y, también del periodismo de hoy. Esa es una de las funciones del articulismo, sea más académico o más de expertos o más de opinión personal y literario. Ese fin de tocar temas, que están y son, pero no son de rabiosa actualidad y novedad, sino que son y están con nosotros siempre, en mayor o menor grado, como la tortilla de aceitunas con huevos de codorniz…
Dice el refrán popular: “Cada uno cuenta la feria como le haya ido”. Cómo uno afronta una realidad semejante, según sus circunstancias, ideas, intereses, expectativas, etc. Si una comunidad de vecinos quiere hacer una obra, no la enfrenta lo mismo, una persona de setenta años que una de cuarenta. Porque su situación es diferentes, las circunstancias del existencialismo y de Ortega y Gasset que nos explicaron en el siglo anterior…
Debo indicar, que hasta dónde conozco y entiendo, la inmensa mayoría de mujeres, si no tienen hijos, al menos uno, ha sido por accidentes afectivos o sentimentales, o, por circunstancias muy difíciles, o realidades biológicas. No se tome eso del concepto de parejas sin hijos o sin hijo/hija y con gato/perro como cuestión pequeña. Esto sucede, y, es cierto que influye mucho el tiempo actual, especialmente las pastillas para evitar los embarazos, pero también hay que indicar, que en el corazón profundo de la realidad, al menos, las mujeres, casi todas quieren tener hijos, les hubiese gustado tener hijos, anhelan haber tenido hijos, al menos uno. Pero la vida es dura y “redura”, y, por tanto, la que no ha tenido o no ha podido tener, se tiene que conformar… Salvo excepciones demográficas o casos de proporción demográfica pequeña, incluso ahora mismo en Occidente…
También es cierto, que por diversas razones, que ahora no nos vamos a ocupar, existen personas, que optan por no tener hijos. Existe una ideología o grupo que se está amplificando, que se denomina antinatalismo… pero ahora, no estamos hablando de ello, ahora estamos hablando de que si las parejas con gato pero sin hijos, votan de forma diferente o no… Evidentemente, en una escala demográfica y estadística… Si se desvía ese voto hacia una dirección o hacia otra… Porque también, y, raramente se expresa, parejas con hijos y con gato o sin él, estadísticamente, según el nivel socioeconómico de esa pareja, pues nunca han ido al extranjero, y, estadísticamente, parejas del mismo estadio económico, pero sin hijos, posiblemente, estadísticamente hayan ido más al extranjero, al menos alguna vez…
¿Qué nos dirá la psicología social, la sociología, la antropología social en esta temática, qué es lo que sucede en la realidad con este tema, o todavía no se ha descubierto, o hay diferencias según sociedades y culturas y Estados…? ¿…?
http://filosliterarte.blogspot.com.es © jmm caminero (14-20 octubre 2024 cr).
Fin artículo 4.492º: “Los votantes sin hijos votan igual que los votantes con hijos”.