(Eduardo Madroñal Pedraza) CaixaBank ha disparado su beneficio un 25% en el primer semestre, hasta los 2.675 millones de euros. BBVA obtuvo un beneficio de 4.994 millones de euros en el mismo periodo del año, un 29% más que en el ejercicio anterior. En ambos casos consideran que el resultado recoge una mejora generalizada de la economía. Sin embargo, con ese crecimiento económico se oculta que aumentan las desigualdades. Y se oculta que esa riqueza se acumula en un reducido número de bancos, oligopolios y fondos financieros extranjeros, mientras una mayoría nos empobrecemos. Se crea empleo, pero aumenta la precariedad y los trabajadores pobres.
Tres informes, tres, golpean con la verdad
Un primer informe reciente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social -presentado en su Congreso- señala que casi la mitad de los españoles, el 48,5%, unos 24 millones de personas, tienen que hacer milagros para llegar a fin de mes, que viven en familias que tienen dificultades para hacer frente a sus necesidades básicas.
Un segundo informe actual de Cáritas ‘Memoria Confederal de Cáritas’ advierte de la gravedad de la pobreza laboral y revela que el 50% de las personas que acudieron a esta organización en 2023 (1,5 millones) en busca de ayuda para llenar la despensa tenían un empleo, siendo parte de los 2,5 millones de personas que en España forman los “trabajadores pobres”.
Un tercer informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), desvela la triste noticia de que España lidera en la eurozona el Índice de Miseria con el 15,1%. Cuanto mayor es el Índice de Miseria peor es la salud económica del país y mayores las dificultades de sus ciudadanos.
La tasa de paro del 11,7% sigue siendo muy alta. Casi el doble de la media europea, situada en el 5.9%. La mayor parte del nuevo empleo es aportado por el turismo y la hostelería, sectores donde se acumulan precariedad y bajos salarios. El crecimiento del empleo está acompañado por una caída de las horas trabajadas por afiliado a la Seguridad Social. En mayo, solo el 39,5% de los contratos indefinidos fueron a tiempo completo, mientras que el 37,8 fueron fijos discontinuos y el 22,7% a tiempo parcial. Además, España sigue en cabeza de la inflación, con una inflación acumulada desde 2019 del 20,5%.
Sin reindustrialización más empobrecimiento
Según el INE, la industria pierde peso en el conjunto de la economía mientras lo ganan el turismo y el sector servicios. Con consecuencias estructuralmente desastrosas desde el punto de vista de la dependencia exterior, los salarios y las condiciones de vida y trabajo, temporalidad y precariedad.
En el último año la contribución de la industria al PIB ha caído 7 décimas, hasta el 15,2% del PIB. Es el único sector que ha perdido peso en la economía en el último año 2023. El sector servicios ha aumentado su peso 5 décimas hasta el 68,5%, vuelve a tener un peso récord del PIB de casi un 70% y aumenta la brecha con la industria.
Una crisis estructural
La crisis que arrastra la industria no es coyuntural. Según la Contabilidad Nacional del INE, en 2023 la industria generó 222.578 millones de euros. Son 8.900 millones más que en 2022 por efecto de la inflación. Pero aun así ha aumentado su brecha con el sector servicios al crecer menos que el turismo y la hostelería.
El sector industrial perdió más de 1.000 empresas en 2023, de 99.050 en diciembre de 2022 a 98.047 un año después. Y uno de los factores determinantes ha sido el impacto de los precios de la electricidad. Una factura que llega a suponer hasta el 50% de los costes de muchas empresas. Unos costes que para las empresas españolas han subido el doble que sus competidores franceses y alemanes, y al que muchas empresas, pequeñas y medianas empresas, sobre todo, no han podido hacer frente.
Redistribuir la riqueza para reindustrializar
Hay que dar un corte sustancial a la dependencia exterior de nuestra economía, desarrollando un fuerte sector industrial con uno de sus ejes en la transición energética y las nuevas energías limpias y renovables. La industria es una garantía de creación de riqueza y empleo de calidad, sostenible, estable y con derechos. Cada vez es más urgente la redistribución de la riqueza con un plan de reindustrialización para toda España.
Eduardo Madroñal Pedraza