(Moisés S. Palmero Aranda, Educador ambiental) Siguiendo el consejo que la alcaldesa de Almería dio a los vecinos de la plataforma «No al DreamBeach junto a las viviendas del Toyo», salgo de mi zona de confort y dirijo esta carta a David Guetta, el mejor DJ del mundo, compositor, productor y cabeza de cartel del festival de música electrónica que cumple su décimo aniversario.
Estimado señor Guetta, me dirijo a usted porque considero que es el único que puede interceder entre los vecinos agraviados por la celebración del DreamBeach, y las administraciones que deben garantizar el cumplimiento de las leyes y salvaguardar los derechos fundamentales de los ciudadanos. Por ahora no están cumpliendo con su encomienda.
Creo que no estará informado de su lucha y considero que debería conocerla porque su nombre, su marca, su espectáculo, sin desmerecer a los demás artistas, es uno de los grandes atractivos del evento.
Debo aclarar que los vecinos no están en contra del festival, al que consideran uno de los grandes eventos culturales del panorama español y una gran promoción de las Playas de ensueño de Almería. La queja radica en la mala elección del lugar para realizarlo, a escasos 50 m de las casas, y de la improvisación con la que se está ejecutando el proyecto.
La primera sorpresa sobrevino en diciembre al anunciarse el cambio de ubicación, de Villaricos a Retamar. Para la pequeña localidad, que vio crecer el festival, fue una tremenda decepción, porque la inyección para la economía local era muy importante. Pero ante la decisión de un promotor privado, de cambiar su actividad al lugar que crea más rentable, poco se puede hacer.
Esa es una de las razones que esgrimen los dirigentes municipales, el ayuntamiento nada tiene que ver en un acuerdo entre particulares, el promotor y el propietario de los terrenos catalogados como urbanizables, sobre los que pende, todo hay que decirlo, la sombra de la duda. No les falta razón, pero por muchas oportunidades turísticas y económicas que ofrezca el festival, no se pueden saltar a la torera las leyes, anunciando y permitiendo el inicio de las obras, sin tener un proyecto que garantice la seguridad de los participantes, la salud de los vecinos y la conservación de la naturaleza.
Se presentó con alharacas sin tener los informes preceptivos de medio ambiente, ni el de seguridad aérea por la cercanía del aeropuerto, y sin presentar a la opinión publica el expediente del proyecto, que los vecinos han solicitado desde el principio para saber cuántos decibelios tendrán que aguantar, qué pasará con las aguas residuales y los residuos generados, cómo se garantizará la seguridad de los participantes, cómo se regulará el tráfico ya saturado en esas fechas, y cómo afectará al Parque Natural de Cabo de Gata Níjar, una de nuestras grandes joyas ambientales, que por proximidad se verá perjudicado por la gran afluencia de público y el espectáculo de luz y sonido que lo invadirá todo.
Incógnitas que podrían resolverse si mostrasen el expediente como han prometido, pero, empezamos a sospechar, que no lo ponen sobre la mesa, sencillamente, porque no lo tienen, porque lo van armando sobre la marcha. Parece que es más sencillo conseguir los permisos para un macrofestival que para arreglar el baño de casa.
El Consejero de Sostenibilidad, exalcalde de Almería, pidió confianza y que se deje trabajar a los técnicos, pero el tiempo corre veloz, y las entradas se agotan, mientras vemos que con en el primer trabajo que realizan, desbrozar el terreno, ya incumplen la normativa y se les tiene que abrir un expediente gracias a la vigilancia de los vecinos que informan a las fuerzas de seguridad.
Señor Guetta, son muchos despropósitos los que se están viendo, y creo que usted es el único que puede detenerlos. Considero que los artistas del prestigio y una influencia como la suya, deben ser ejemplo para todos sus seguidores. Haga uso de ella para que el arte no se convierta en tortura, para que la economía, los intereses particulares y las decisiones interesadas de nuestros dirigentes no humillen a la ciudadanía, ni sean cómplices de la destrucción del medio ambiente.
Le pido que se informe de lo que está ocurriendo, pero no pierda el tiempo preguntando a los promotores. Le dirán que no se preocupe porque los políticos comen de su mano. Busque en internet las noticias publicadas sobre la incomodidad generada. Si lo hace verá que los vecinos han recurrido a la Justicia para pedir la cancelación del evento, y como sabrá, no es el primero que se paraliza.
Por si acaso, me permito aconsejarle, si no quiere perder una jornada de trabajo, vaya buscando otra actuación para esos días. A la espera de su mediación, me despido atentamente.