(Eduardo Madroñal Pedraza) Una cuarta parte de los españoles ya paga un seguro privado. Ante la dificultad y los retrasos en la atención primaria pública, muchos -de los casi 11 millones de españoles con seguro privado- gastan 20 euros mensuales en una póliza básica, meramente para ser recibidos por un médico de familia. El empeoramiento de la sanidad pública está generando el aumento de la sanidad privada. Las movilizaciones -que se extienden por toda España- denuncian el deterioro de la sanidad pública y demandan la inversión urgente para pararlo.
El problema es común en toda España, en todas las comunidades, con todos los gobiernos autonómicos, según datos de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) en su octavo informe -del año 2022- titulado ‘La privatización en las CCAA’. Según el portavoz de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, demuestra el “importante y creciente peso de la sanidad privada en España a medida que se deteriora la sanidad pública”.
Ante la crítica situación del sistema público los ciudadanos están contratando seguros privados, es decir, se está obligando a la gente a privatizar de su bolsillo un derecho universal. Cuando España es un país con un sistema sanitario universal y amplísimas coberturas, muchas personas tienen que contratar seguros básicos de 20 euros mensuales que solo cubren la visita al médico de familia porque no pueden acceder debidamente a la atención primaria pública.
La privatización se extiende por toda España
La privatización de la sanidad se extiende por toda la geografía española. La FADSP resalta en su informe que la privatización ha aumentado en todas las comunidades y que la clasificación solo recoge la mayor o menor intensidad que ha alcanzado en cada comunidad en concreto. Y de mayor a menor grado el orden de la lista de comunidades la encabezarían Madrid, Cataluña, Baleares y Canarias. Con privatización intermedia se encontrarían Galicia, Andalucía, Valencia, Aragón y País Vasco.
En 2021, última fecha con información disponible, en España había 11,6 millones de personas que pagaban por un seguro privado de salud. Desde 2018 1,2 millones de españoles han contratado un seguro de salud privado. La facturación en 2022 ha ascendido a más de 10.500 millones de euros, según datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa). Los recortes y el deterioro de la sanidad pública son el principal incentivo para el crecimiento del sector privado. Pero el trasvase de pacientes descontentos con el deterioro del sistema público es hacia pólizas de tarifa mínima que prácticamente solo cubren la consulta médica básica, porque es el gasto que se pueden permitir mayoritariamente.
Otro aspecto que ahonda en el deterioro progresivo de la sanidad pública es la situación de la lista de espera quirúrgica en el Sistema Nacional de Salud (SNS) -último informe con fecha del 30 de diciembre de 2021- que muestra la existencia antes de la pandemia, de una situación preocupante, pero que alcanzó en 2021 su máximo histórico de pacientes en lista de espera, situándose en 706.740 personas y superando las 704.997 personas registradas en diciembre de 2019. Por contra, la sanidad privada ya cuenta con 431 hospitales, el 56% del total de centros hospitalarios existentes en España.
Menos inversión en sanidad pública, más gasto privado
El gasto sanitario privado se ha incrementado notablemente en los últimos diez años, pasando el 24,6% del total al 29,2%, con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2019. Que se corresponde con la bajada continuada de los presupuestos destinados a la sanidad pública que han pasado de ser el 6,78% del PIB en 2009 al 6,42% en 2019 (OCDE, 2021).
Como escribe el médico Juan Simó en su blog ‘Salud, dinero y atención primaria’: “Ya sabemos qué hay que hacer si se quiere que los seguros médicos privados sigan viviendo sus mejores años: reducir la inversión sanitaria pública, sobre todo en atención primaria y, más específicamente, en médicos de atención primaria”.
Detrás de la sanidad privada está el capital extranjero
El grado de concentración oligopólica en la sanidad privada es máxima, así como la penetración del capital extranjero. Cinco son las mayores aseguradoras -Segurcaixa Adeslas (29%), la británica Sanitas (15%), Asisa (13%), la alemana DKV y Mapfre (7% cada una)- que controlan el 74,17% del sector; y siete son los principales grupos hospitalarios, con la alemana Quirón a la cabeza -que se valora en cerca 7.000 millones de euros, claramente por delante de todos los demás-, Vithas, HLA Asisa, HM Hospitales, la estadounidense Ribera, Hospiten y la británica Sanitas.
Por ello, los grandes fondos de capital riesgo, especialmente los estadounidenses, se han lanzado ahora con particular voracidad a por Quirón, así lo han hecho ya dos fondos estadounidenses, que destacan por sus apuestas, CVC -que ya fue dueño de Quirón durante dos años hasta 2016 con gran “éxito” de beneficios- y el otro es KKR. Ambos llevan la iniciativa, pero -como la veda de caza está abierta- también otros grandes fondos como los británicos Cinven y Permir, y los estadounidenses BC Partners y Hellman&Fridman se preparan financieramente para lograr la adquisición del mayor grupo hospitalario privado en España.